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ÁREA ESPIRITUAL

PROGRAMA:

 PROSPERIDAD Y ABUNDANCIA

 “’Dad y se os dará’, porque la medida que emplearéis con los demás, esa misma se os aplicará”

(Evangelio según San Lucas 6.38)

La conexión entre el acto de DAR y la prosperidad es la expresión de la Ley Universal. Lo que damos, sea generosidad o indiferencia, lo recibimos de vuelta.

La inútil competencia por tener más que las y los demás, así como el temor de mañana no tener, no son sino síntomas de la ausencia que sufrimos de la verdadera riqueza: la riqueza del corazón.

“Mirad las aves del cielo, no siembran ni siegan, ni juntan en graneros, y vuestro Padre Celestial las alimenta”. (Evangelio según San Juan 6.34)

El falso concepto del éxito y progreso crea la tendencia de acumular excesivamente todos los recursos: ropa, vehículos, casas, dinero. ESTAMOS BUSCANDO LA FELICIDAD POR EL CAMINO EQUIVOCADO.

La posesión más grande que tiene el hombre es LA LIBERTAD. La auténtica libertad se encuentra en el DESPRENDIMIENTO. Esa es la forma más elevada y conseguir esa libertad debe ser la meta de nuestra vida.

La verdadera riqueza no consiste solo en poseer bienes materiales, sino en compartirlos, asumiendo una actitud de generosidad ante la abundancia que nos ha dado la vida.

Los buenos negocios, las buenas inversiones, el buen trabajo, la buena familia, son los canales que usa la providencia divina, para que tú recojas la cosecha de las semillas de bondad, amor y servicio que antes has sembrado.  No te descuides, vuelve a sembrar con amor.

El amor en todo lo que hagas y el amor por las y los demás, son EL DOBLE SECRETO DE LA FELICIDAD.

  • Es necesario que sepas, que para extender la generosidad y dar amor no es necesario tener bienes materiales. La bondad y la generosidad tienen muchas facetas.
  • Si no tienes dinero, puedes tener tiempo y buenas ideas para integrarte a nuestro servicio de voluntariado consciente de Casa de la Sabiduría.
  • Si eres una empresaria o empresario, abre tus puertas a personas que necesiten de un trabajo honrado y de buen trato.
  • Si tienes sabiduría, conocimiento, ven e instruye a quien lo necesite.
  • Si tienes recursos que no estés usando, como ropa, libros, muebles, etc., compártelas con quien las requiera.

¿Qué ofrecemos?

Casa de la Sabiduría te invita a integrarte de forma activa a las distintas áreas de servicio. Presta tu servicio voluntario o sé donante y sin duda tu cosecha será abundante de amor.